Entre los avances más notables de producción, el de las semillas modificadas ha sido introducido de un modo avasallador. La transformación genéticamente modificada de semillas, o semillas transgénicas, son recursos tecnológicos para permitir el desarrollo y producción de plantaciones que puedan resistir a condiciones perjudiciales del medio ambiente, como ser la de cultivos en regiones de alta temperatura o de sequias. Con esto se lograría aumentar la producción de alimentos para el mundo.  Es un logro importante de la ingeniería genética (introducción de ADN al genoma de una semilla natural) y de la ingeniería editada (alteración intencional del genoma de la semilla natural). Estos increíbles logros científicos, sin embargo, no están exentos de riesgos y por eso la legislación europea ha elaborado una gran cantidad de trabas burocráticas, a diferencia de lo que ocurre en EE.UU o el Reino Unido. Estos últimos países, pueden más libremente generar productos competitivos en el mercado internacional, aunque son criticados por la posibilidad de riesgos para la salud. Por ello, otros países han prohibido o restringido esa modalidad de cultivos.
El riesgo potencial de esta tecnología es que se están creando especies nuevas cuya interacción con las especies naturales, incluyendo la humana no es conocida. Si se conoce el impacto de la alimentación tradicional en la salud humana, aspecto que abarca tanto a las enfermedades comunes como a las raras. La diferencia es que mientras las enfermedades comunes son mucho mejor estudiadas, las enfermedades raras persisten en un cono de sombras científicas que complica aún más su calidad de atención sanitaria. La posibilidad de generar nuevos cuadros de alergias, de resistencia a virus o bacterias, de intoxicaciones o intolerancias, está siempre latente.
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También es posible que se provoquen daños a la fauna del suelo y a insectos. A pesar, de riesgo teórico, aún no se han comunicado enfermedades especificas relacionadas al consumo de alimentos transgénicos, salvo las asociadas el uso concomitante de agrotóxicos. Estos últimos pueden promover resistencia a hierbas y luego aparecen en el organismo de personas y animales, vinculados a algunas enfermedades por contaminación.
Como otros temas que afectan al medio ambiente se abre un debate entre las posturas más conservadoras y aquellas otras más comercialmente avasallantes. Así, las necesidades de nutrición mundial se superponen a la de las miradas de protección natural en los mercados del mundo.
En la región Latinoamérica la tecnología transgénica se concentra en los cultivos de soja, maíz y algodón, siendo la Argentina el país líder en ese tipo de cultivos. La preocupación es que el país tiene una muy débil estructura de vigilancia epidemiológica y las alarmas podrían llegar a encenderse muy tarde, si alguna vez. La intención no es la de trabar políticas de desarrollos, en un país que las necesita, si las de reclamar políticas sanitarias apropiadas a cada nuevo tipo de desarrollo que se decide encarar. “Primun non nocere” es el principio elemental del cuidado de la salud de las personas.